El mole o mulli es una salsa mexicana pesada elaborada con diversos ingredientes como chiles secos, nueces, especias, frutos y condimentos que generalmente se espesa con tortilla o pan tatemado y se sazona con hierbas aromáticas, sal y chocolate. Ha evolucionado a lo largo de la historia de nuestro país enriqueciéndose con ingredientes a través del tiempo.
Comenzó como una salsa de chiles llamada chilmole que se consumía desde la época prehispánica a la que posteriormente se le integraron nuevos productos que trajeron los españoles como pan, especias, manteca, frutos y condimentos.
El misionero franciscano Fray Bernardino de Sahagún fue un evangelizador que dominaba la lengua náhuatl, lo cual le permitió relatar a detalle aspectos de la vida cotidiana durante la conquista en doce libros que conforman la famosa “Historia general de cosas de la Nueva España” que es la enciclopedia donde se documenta por primera vez el mulli, explicando que uno de los platillos más emblemáticos era el “Chiltecpin mulli” (mole hecho con chiltecpitl y tomates), el chilcuzmulli xitomayo (mole con chiles amarillos y jitomate), el huauhquilmolli (elaborado con amaranto y semillas de calabaza) y el izmiquilmolli (con chile verde).
Pero esta salsa prehispánica se enriqueció con ingredientes que trajeron los españoles tras la conquista (1492-1521), por ejemplo, la nuez moscada, la pimienta, manteca de cerdo, canela, clavo de olor, cebolla, almendras, ajonjolí y muchos otros productos provenientes de todo el mundo, otorgando así lo que conocemos hoy en día como Mole.